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Sabores argentinos: Revuelto Gramajo y Salsa Golf

Inspirados en agradar al jefe o al propio paladar, dos personajes bien distintos le dieron origen a dos clásicos de nuestra mesa.

Sabores argentinos: Revuelto Gramajo y Salsa Golf

Nota e ilustración: Rael

REVUELTO GRAMAJO:

el polémico General Julio Argentino Roca tenía un gran amigo, que a la vez fue su subalterno en varias campañas militares y su edecán en los dos períodos en los que fue Presidente de la Nación: el Coronel Artemio Gramajo, famoso por su enorme bigote y su no menos enorme barriga, amante de la buena y abundante comida y eximio cocinero, al menos para el paladar de su jefe y amigo, a quien solía prepararle un revuelto compuesto de papa, cebolla, jamón, huevos, arvejas, ajo y algunos condimentos. Cuando Roca llegó a la Casa Rosada, el aroma de este pequeño manjar se esparció por toda la ciudad, convirtiendo al revuelto en un clásico ajeno a toda polémica histórica y se lo bautizó con el nombre de su creador.

SALSA GOLF:

el médico argentino Luis Federico Leloir recibió el Premio Nobel de Química en 1970 por descubrir cómo los nucleótidos de azúcar intervenían en la elaboración de hidratos de carbono. Pero también hizo un descubrimiento muchísimo más simple: en el Club de Golf de Mar del Plata pidió al mozo que le traiga ketchup y mayonesa y empezó a mezclar los ingredientes en la búsqueda de un delicado aderezo para sus camarones. El delicioso resultado fue bautizado, en honor al club, como Salsa Golf.

Hay quienes atribuyen el hallazgo a otro Premio Nóbel (de medicina), también argentino: el Dr. Bernardo Houssay.

Considerando el enorme prestigio de sus probables creadores, se entiende que los camarones y los palmitos jamás volvieran a ser los mismos sin su toque mágico.

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